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14 cosas a tener en cuenta cuando viajamos con niños pequeños en avión




A continuación os damos unos consejos que os pueden ayudar cuando vais a hacer un viaje en avión con niños menores de 3 años.


1. Preparadle psicológicamente para el viaje:

Si vuestro hij@ ya habla o entiende explicaciones sencillas habladle del viaje, cómo va a ser, qué va a ocurrir. Es muy efectivo jugar al avión en casa, sentarse en un sillón, hacer que nos abrochamos el cinturón , el ruido del avión, los movimientos, la azafata que reparte la comida...etc. Juega al aeropuerto, déjale pasearse con las maletas por casa, haz alguna manualidad o compra algo que le guste para que lo ponga en su maleta.... (un pompón , un lazo, un pequeño dibujo plastificado con una cuerda...)Recordemos que el saber qué esperar o lo que va a pasar reduce significativamente la sensación de ansiedad.

2. Lleva comida de casa

Lleva comida que esté acostumbrado a comer para los horarios de comida habituales. Por ejemplo, si es un vuelo de seis horas y sale a las 12 de la mañana deberéis llevar la comida y la merienda, además de un par de aperitivos. Los plátanos, las mandarinas son una gran elección como snacks porque la cáscara es el propio envoltorio. Galletas y cereales son muy socorridos para momentos en los que no podemos ayudarles a comer (cuando vamos empujando el carrito por el aeropuerto, por ejemplo) pero debemos evitar aquellos que tengan un alto contenido en azúcar ya que afecta al comportamiento del niño que se pone más agitado y difícil de controlar. Las galletas de maíz o de arroz son una buena opción. Puedes llevar yogures con tapa de rosca por si no se lo termina poderlo guardar para mas tarde. Para la comida o la cena purés, sandwiches, pasta, bocadillos o quesadillas incluso un aguacate partido o un huevo cocido han sido las opciones más prácticas en mi experiencia. Por supuesto no olvides los biberones, la leche en polvo, agua embotellada para preparar el biberón y para poderlo lavar si necesitas volver a usarlo. Son MUY prácticas para el avión las toallitas para desinfectar chupetes y biberones así como los dispensadores de leche en polvo que permitan llevar la cantidad de leche de cada toma por separado y te evitan el manchar todo de polvitos al medirlo en el avión.

3. No olvidéis el carrito y la mochila porta bebés

El carrito de paseo y la mochila porta bebés son indispensables para el trasiego aeroportuario. A la llegada al avión una persona de la compañía aérea se ocupará de meterlo en bodega con su correspondiente etiqueta identificativa y otra persona te lo entregara en la puerta del avión a la llegada a tu destino. Cuando entregas el carrito es útil poner al bebé en la mochila para acceder a la cabina y buscar tu asiento, sobre todo, teniendo en cuenta que necesitarás tus manos para llevar tu equipaje de cabina con lo necesario  para el viaje. Aunque es muy aparatoso, nunca me he arrepentido de llevar el cojín de lactancia en el avión cuando mis hijos eran bebés. Se pueden quedar dormidos en tu regazo con mayor comodidad y seguridad y la lactancia durante el vuelo será mucho más cómoda. La mayoría de los bebés prefieren el regazo para descansar. Aunque es grande se puede aplastar y meter en una mochila.

4. Lleva algún juguete novedoso No tiene porque ser algo caro o comprado, mi hija estuvo 3 horas de un vuelo México Madrid haciendo un collar con cheerios y luego mordiéndolos del collar, solo necesitas una bolsa zip con los cereales en forma de aro y un trozo de hilo o cordel. Pues llevar puzzles, hojas para pintar, pegatinas (espero que Iberia sepa perdonar la decoración que hizo Martina de sus asientos con pegatinas de Nemo),

5. Ofrécele un lugar donde poder descansar

Si el niño pesa menos de 8 kg las compañías tienen a tu disposición cunas que se acoplan al panel delantero de la primera fila de asientos, deberás llamar a la linea area con antelación para reservar un asiento en esa fila con opción a cuna. Si tu hijo pesa mas de 8kg y aun no tiene que comprar su propio asiento tienes que ponerte creativo. Poner una manta en el suelo en la zona de tus pies con una almohadita de las que facilita la aerolínea ha sido una buena opción para nosotros. También lo fue el uso del cojín de lactancia a modo de cuna improvisada un asiento libre, siempre con cuidado de que el bebé no se caiga.

6. Déjale que se mueva un poco Por mucho que nos mire mal el personal de cabina es IMPOSIBLE mantener a un niño pequeño mucho tiempo sentado, aprovechad los momentos en los que esta permitido levantarse para dejarle moverse un poco por el pasillo o acotad un area en la parte delantera de vuestro asiento para que pueda ponerse de pie o gatear un poco. A esta edad tienen una necesidad muy importante de moverse y es muy frustrante para ellos cuando intentamos restringir sus movimientos por mucho tiempo. Sobra decir que es necesario supervisar y acompañar en todo momento al niño para que no se haga daño o moleste al resto de pasajeros más de la cuenta.

7. No olvides un pequeño botiquín

Termómetro, lo que tu hijo haya usado anteriormente para la fiebre, su inhalador si ha tenido en el pasado problemas respiratorios (el ambiente dentro de la cabina de pasajeros puede ser muy seca y afectar a las vías respiratorias), sueros en monodosis para lavados nasales o de los ojos, un tubito de crema para el dolor de los dientes. Si tu hijo tiene alguna condición médica no olvides llevar su medicación habitual. No uses medicamentos en el avión que no hayas usado con anterioridad y, por supuesto, no se debe dar al niño ningún medicamento que le haga dormir a menos que lo paute su pediatra.



8. Lleva un exceso de pañales y toallitas

Hay que ser previsor, si el niño tiene una pequeña diarrea no querrás quedarte sin pañales en mitad de un vuelo. Lleva crema para rozaduras, es común que con el trasiego del aeropuerto se nos pueda pasar que el niño tiene el pañal manchado o que en ese momento no se le pueda cambiar por lo que las irritaciones en la zona del pañal son muy comunes en estos casos. Revisa su pañal periódicamente y ponle crema de forma preventiva. También es recomendable meter pañales para un día en la maleta en bodega por si el primer día en tu destino no puedes comprar.

9. Cuidado con los oídos

Los oídos de los niños son muy sensibles a los cambios de presión que que tienen lugar en un avión, sobre todo, en el despegue y aterrizaje pero también a lo largo del vuelo. Las tres maneras más efectivas para ayudarles a compensar la presión son: el pecho, el biberón y el chupete. Si tu hijo se chupa el dedo esto también le puede ayudar (ya habrá tiempo de quitarle el hábito).

10. Si tienes miedo a volar CONTRÓLATE

Mucha de la información que los niños recogen de su entorno a través de las reacciones de sus padres. Si detectan tu miedo o ansiedad se pondrán nerviosos o inquietos. Lo ideal sería que aprendieras estrategias para el manejo de la ansiedad, pero, si esto no hubiera sido posible, disimula y trata de mantener la calma.

11. Lleva cambios de ropa Lleva dos cambios de ropa para el niño y uno para ti. Puede regurgitar, tirar algo de comida o líquido, puede haber una fuga en un pañal, puede hacerse pis o caca y mancharse o mancharos a vosotros y no querréis ir mojados o sucios todo el viaje.

12. Si vais dos haced turnos para descansar Un viaje la largo con un niño pequeño puede ser agotador, tratad de descansar antes del viaje si es posible (sé que esto puede ser imposible, pero ahí está nuestro amigo el café que tanto nos ayuda a ser mejores padres y personas), haced turnos para el cuidado del niño cuando esté despierto y aprovechad para descansar cuando esté dormido.

13. Armaos de paciencia Como ya habréis notado, la falta de descanso afecta mucho al estado de ánimo de los niños y sobre todo, a su capacidad de controlarse. Por eso, notareis que con la falta de un lugar cómodo para dormir y las alteraciones de horario vuestro hijo puede portarse peor que nunca o tener comportamientos que ya considerabais superados. Tratad de ser tolerantes y hacer pequeñas concesiones. Como ya sabéis la paternidad implica en muchas ocasiones dar prioridad a las necesidades de tus hijos por encima de las tuyas y no hay mejor ejemplo de esto que un viaje en avión con niños pequeños. Tened en cuenta que el cansancio también afecta a vuestro estado de ánimo por lo que el esfuerzo por tener paciencia tendrá que ser aun mayor.

14. Afrontar el desfase horario Necesitareis unos días para adaptaros al horario en vuestro lugar de destino por lo que no sera extraño que os encontréis dando yogures a las tres de la mañana o durmiendo hasta las doce del mediodía. Los niños tardan en adaptarse y el descanso después del viaje tan merecido y necesitado para vosotros puede tardar en llegar varios días o no llegar. Si contáis familia o amigos que os puedan ayuda en vuestro destino no dudéis en aprovecharla para descansar. Sed flexibles los primeros días con los horarios de sueño y comidas de los niños, adaptaros a sus necesidades y poco a poco id metiendo, en la medida de lo posible, una rutina. El orden y los horarios os ayudarán a que los niños se adapten más rápido y poco a poco volverán a ser como eran antes del viaje. ¡Buen Viaje!


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