Se acercan las fechas de las fiestas navideñas y los niños están escribiendo las cartas a #Santa y a los #ReyesMagos. Desde www.tuconsultaonline.info queremos haceros llegar algunos conceptos de psicología que os pueden ayudar a enfocar a vuestros hijos a la hora de escribirlas y también les pueden servir de ayuda a sus majestades Los Reyes y a Papá Noel para saber qué regalos taer.
1. Saturación
Cuando hablamos de Saturación o Saciación en Psicología hacemos referencia a una técnica de modificación de conducta que consiste en la aplicación "masiva" de un reforzador para debilitar su valor reforzante. Cuando se administra un reforzador (un premio) de forma excesiva en un espacio breve de tiempo puede terminar por resultar aversiva o desagradable para la persona. Es decir, un exceso de premios, o en este caso regalos, no sólo hace que los niños no los valoren, si no que puede, incluso resultar desagradable para ellos.
Como padres hemos observado este fenómeno en múltiples ocasiones sin darnos cuenta de que estaba sucediendo. Por ejemplo, en los cumpleaños, cuando los niños abren un regalo y cuando lo quieren disfrutar, ver, manipular… le damos el siguiente y luego el siguiente… Los padres nos esforzamos en que nuestro hijo sea cortés y educado y agradezca todos los regalos a sus amiguitos mientras nuestro él o ella se muestra abrumado intentado jugar solo con un juguete o rompiendo papel de regalo sin hacer caso ni a su contenido ni a la persona que se lo da.
Según los expertos Groman y Masri 2007 la saturación de estímulos se encuentra estrechamente relacionada con un tipo de cultura consumista donde lo que prima son los intereses del mercado así como la búsqueda de un prestigio social relacionada con la posesión de determinados objetos.
Por lo tanto recomendamos a los Reyes y a Santa que limiten el número de regalos al mínimo posible y que no superen en ningún caso los 5 regalos por niño.
2. Habituación
La habituación es el proceso por el que ante un estímulo repetido la respuesta es cada vez menos intensa y acaba desapareciendo. En este caso, los estímulos serían el hecho de recibir regalos y los regalos en sí mismos.
Este concepto explica por qué cuantos más regalos reciban los niños menos ilusión tendrán y por qué es posible que se aburran rápido de los regalos que reciban.
3. Sobreestimulación
La sobreestimulación o hiperestimulación es la acción de proporcionarle al niño más estímulos de los que puede tolerar en relación a su edad (Cardozo, Guerra y López, 1994). Una forma de hiperestimulación tiene lugar cuando los padres permiten una exploración sin límites y un uso indiscriminado de objetos.
Según la psicóloga especializada en educación Alicia Banderas Sierra autora de “Niños sobrestimulados” afirma que si sometemos a los niños a estímulos continuos, no disfrutan y no interiorizan, “les saturamos”. Los niños tienen una creatividad innata que puede ser anulada por un exceso de estímulos.
Los dispositivos electrónicos y las pantallas en general tienen un impacto particularmente negativo en este aspecto por lo que recomendamos a sus Majestades y a Papá Noel que se abstengan de realizar este tipo de regalos.
4. Circuito del Placer
El circuito cerebral del placer, también llamado el circuito mesocorticolímbico está formado por un grupo de regiones cerebrales en las que se producen los niveles más altos de dopamina.
Este circuito se activa cuando recibimos estímulos que nos proporcionan placer, está muy relacionado con la supervivencia ya que hay estímulos que suelen ser activadores naturales de este circuito tales como la comida o el sexo.
Sin embargo, estas áreas tienen un papel determinante en el desarrollo de adicciones ya que también se activan mediante estímulos como algunas sustancias o mediante la realización de algunas actividades como las apuestas, el uso de videojuegos, por ejemplo.
La activación de este circuito también afecta formación de hábitos por lo que es fácil que un individuo busque los estímulos que activaron esta área en el pasado. Cuando un estímulo provoca una reacción neurológica potente puede afectar al circuito cerebral del placer, impidiendo que la persona pueda disfrutar de otras cosas de las que antes disfrutaba. Por eso las personas que desarrollan una adicción dejan de lado las amistades, las aficiones, la familia, las actividades de las que antes disfrutaban. La tendencia de una persona para desarrollar una adicción está determinada por su ambiente, pero sobre todo por una disposición innata. Aunque hay muchos estudios en esta dirección, a día de hoy, es imposible saber qué personas tienen más predisposición a desarrollar una adicción.
Este concepto es muy importante para los Reyes y Santa Klaus, ya que determinados regalos, como los relacionados con el uso de pantallas tienen la capacidad para alterar los circuitos cerebrales de placer y no podemos saber quienes desarrollarán este problema y quienes no.
Además, también tenemos que tener en cuenta que este circuito será activado en numerosas ocasiones estas navidades como consecuencia de experiencias positivas como las reuniones familiares, compañía de familiares, dulces, regalos…. Es posible que nos enfrentemos a algunos comportamientos poco adecuados derivados de la búsqueda por parte de nuestros hijos de esta gratificación. Es importante entender este mecanismo para manejar estas cuestiones con paciencia sin asumir que los niños son “insaciables” o “maleducados”.
5. Desensibilización
La Desensibilización es un proceso psicológico a través del cual la persona deja de reaccionar emocionalmente ante un estímulo. Cuando los niños son expuestos a juegos, juguetes, videojuegos o películas de contenido violento pierden de manera progresiva la capacidad de sorprenderse o de emocionarse, la empatía hacia la
víctima o la capacidad de ponerse en el lugar de otras personas. Recomendamos a los papás evitar que los niños pidan este tipo regalos en sus cartas y a los Reyes y Papá Noel traerlos.
6. Tolerancia a la frustración
Como padres debemos enseñar a nuestros hijos a esperar las gratificaciones y a hacer frente de manera positiva a los contratiempos.
Las personas con baja tolerancia a la frustración tienen una excesiva sensibilidad hacia todo aquello que sea desagradable, reaccionan de manera agresiva, ansiosa o irritable ante cualquier contratiempo o molestia y no saben esperar para satisfacer sus deseos.
Está demostrado que el exceso de regalos puede provocar que los niños sean incapaces de manejar la frustración en el futuro y afectar su capacidad para retrasar la gratificación inmediata.
Debemos tener en cuenta que de cara a estas navidades que:
Desde el punto de vista del desarrollo emocional y cognitivo del niño los regalos más adecuados serán aquellos que les fomenten el juego libre, las actividades en familia y las actividades no sedentarias en contacto con la naturaleza.
Es importante respetar el gusto del niño y no regalar aquello que los padres quisieron y no pudieron tener.
No se debe usar los regalos de navidad como chantaje para conseguir un buen comportamiento. Condicionar los regalos de navidad o de cumpleaños pueden afectar al bienestar emocional del niño y a su autoestima.
Los regalos deben ser pocos y seleccionados y la ilusión se debe crear en torno a la fiesta de la navidad, la magia y el tiempo en familia y no en torno a los estímulos materiales.
Los regalos no compensan la falta de tiempo para pasarlo en compañía de nuestros hijos.
Si necesitáis orientación para ésta o cualquier otra cuestión relativa a la crianza de vuestros hijos no olvidéis reservar vuestra sesión de orientación para padres en www.tuconsultaonline.info.
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