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Manifestaciones del duelo y pasos para superarlo

Ya hemos hablado del Duelo y de las dos teorías que mejor explican cada una de sus fases. Ahora queremos hablarte de las manifestaciones más comunes y de consejos que te pueden ayudar para comenzar en la superación de un duelo.



Como dijimos en el artículo El Duelo. Las teorías de las 5 Fases de los 6 Tipos de Duelos. El duelo es un proceso sumamente difícil donde tenemos que aprender a superar la pérdida de alguien o algo muy importante para nosotros. Sientes vacío, dolor, tristeza, ganas de gritar, romper cosas, a veces crees que te desborda y te va a superar... intentemos juntos hablar de todo esto y avanzar poco a poco por este difícil camino.


Lo primero te damos el pésame desde aquí ante tu pérdida y esperamos que te podamos arrojar un poco de luz en estos días tan grises.

Aunque anteriormente hemos dicho que el duelo es distinto en cada persona y que cada uno lo vive a su forma y tiene unas manifestaciones distintas, sí podemos elaborar una lista de las manifestaciones más comunes.


Manifestaciones más comunes del Duelo.


Sentimientos:

  • Tristeza

  • Enfado

  • Culpa y Autoreproche

  • Bloqueo

  • Ansiedad

  • Soledad

  • Fatiga

  • Impotencia

  • Anhelo

  • Alivio

  • Insensibilidad

  • Confusión

Conductas:

  • Soñar con el Fallecido

  • Evitar recuerdos del fallecido.

  • Suspirar

  • Llorar

  • Atesorar Objetos que le pertenecía.

  • Buscar a la persona y/o llamarla en voz alta.

Fisiología (sensaciones corporales)

  • Sensación de presión en el pecho.

  • sensación de presión en la garganta.

  • Hipersensibilidad al ruido.

  • Falta de aire

  • Debilidad muscular.

  • Falta de energía.

  • Sequedad de boca.

  • Vacío en el estómago.

  • Sensación de despersonalización.

Pensamientos:

  • Incredulidad

  • Confusión

  • Preocupación

  • Alucinaciones breves y fugaces.

  • Sentido de presencia.

Vamos a ir detallando a continuación los #síntomas en el #procesodeduelo:


En los primeros momentos (cuando te enteras de la muerte):


Te enfrentas a un choque inicial. En este momento puedes experimentar diferentes síntomas dependiendo de como sea tu personalidad, tus creencias, tu historia personal... y los síntomas que tu sufras pueden tener que ver o no con los que puede estar sufriendo las personas de tu alrededor.


Pero sea como sea cada persona los síntomas que tienen especial protagonismo en este momento son las manifestaciones físicas como el mareo, vértigo, temblor, sensaciones de ansiedad como opresión en el pecho, nudo en la garganta, ritmo cardíaco acelerado a parte de las sensaciones físicas puede aparecer bloqueo de pensamiento, confusión, rechazo de lo que está viendo o escuchando o incluso Negación.


Recordamos que estamos hablando del momento inicial: justo cuando recibes la noticia de la muerte de la persona y las primeras horas en el tanatorio o a la espera del cuerpo si ha sido un accidente o una muerte lejos del lugar de residencia.


En algunas situaciones aunque parezca cruel, puede aparecer alivio y no tienes que sentirte mala persona si te pasa a ti. Hay situaciones en las que el fallecido lleva sufriendo mucho tiempo y la muerte se ve como una forma de "dejar de sufrir". Como es el caso de las enfermedades degenerativas, Alzheimer, demencia severa, cáncer terminal... hay veces que incluso la misma persona quiere fallecer porque la vida que lleva no le parece digna.


También puedes tener ganas de haces reproches hacia la persona fallecida ¿Como puedes haberme dejado? "No me dejes sola/o"


O también puede ocurrir que no te lo creas, la incredulidad "¡No puede ser!" "no puede estar pasando esto". Esto suele pasar si la persona ha fallecido repentinamente, de un ataque al corazón, un accidente de coche, avión, tren, barco, un ataque terrorista, un accidente laboral... Las muertes repentinas son las más complicadas de asimilar, su duelo es mucho más intenso.


Después de haber pasado todos los ritos funerarios y vuelto a la "normalidad":


Aparece el decaimiento, una profunda sensación de tristeza, en la que nada te interesa, sientes un vacío enorme que no se puede llenar. Te sientes sin fuerzas, no tienes energía y cada actividad te supone un gran esfuerzo.


Inactividad. No quieres hacer nada, estás como ausente. Dejas de hacer actividades que antes te gustaban, hobbis, deportes, salidas con amigos...


Alteraciones del sueño, problemas para conciliar el sueño, pensamientos que te hacen dar vueltas y vueltas en la cama, insomnio, sueños vívidos con la persona fallecida o sueños raros... en este momento muchas personas te empezarán a recomendar tal infusión, tal medicación con toda su buena intención, pero antes de tomar nada lo mejor es que vayas al médico y te recete algo acorde a ti.


Sensaciones de presencia. En las primeras semanas o meses desde la muerte puedes notar su presencia, sentir que está a tu lado, oler su aroma... tienes la sensación de que la persona está físicamente a tu lado.


Es muy común que sientas miedo: miedo a la soledad, miedo al futuro, miedo a contraer la misma enfermedad o sufrir el mismo accidente... miedo a no poder superar esto nunca, a que nada será como antes, a que el dolor nunca acabe...


Sentimientos de culpa por diferentes motivos, sobre todo si discutiste con la persona fallecida antes de morir, o piensas que podrías haber hecho algo para evitar la muerte, o tal vez no le habías visto hacía mucho tiempo en sus últimos momentos pensando que "ya habría tiempo de...", o si alguna vez has pensado en su muerte como un alivio, o incluso culpa por estar vivo cuando la otra persona ha muerto.


Estas son las manifestaciones más comunes cuando muere alguien, puede haber más y puede que manifiestes todos o no manifiestes alguno.

Cada persona es un mundo y lleva el dolor a su forma.


Cuando perdemos a alguien importante es como si nos quitaran un trozo de nosotros mismos. A veces nos llega a cambiar tanto la vida que nos sentimos totalmente desorientados, en shock, sin saber qué hacer, por donde empezar a afrontar la situación.


Qué difícil es seguir adelante. En estos momentos sabemos que nada te va a consolar, que el dolor lamentablemente hay que pasarlo, que no hay huida posible. Lo único que puedes hacer es sobrellevarlo de la mejor manera posible. Para ello te dejamos una serie de pasos que puedes seguir para intentar sentirte mejor en este duro trance.


Pasos para superar la muerte de un ser querido.


Cuídate física y mentalmente.


Comidas: Al principio no te obligues a comer más de lo que te apetezca. Durante los primeros días si no te apetece cocinar ni nada y te alimentas a base de pizza, bollos, patatas fritas... hazlo, pero come algo.


Rutina: Procura imponerte un horario para irte a la cama y cúmplelo, aunque no duermas bien, aunque te cueste conciliar el sueño. Al principio es normal que duermas mal pero poco a poco el sueño se irá normalizando. Si llevas mas de un mes durmiendo mal consulta con tu médico para que te recete algo.


Dormir es imprescindible para poder superar esta situación.

Comunícate: Habla con personas en tu misma situación. Si no conoces a nadie seguro que en tu pueblo, ciudad, existen asociaciones o grupos a los que puedes acudir. Sino en internet puedes buscar chats o grupos de apoyo. No te quedes solo/a.


Saca fuera todo lo que se te quedó por decir: Escribe una carta a la persona querida fallecida diciéndole todo aquello que te haya quedado en el tintero, aquello que nunca le dijiste. También lo puedes hacer hablándole a una foto suya.


Haz algo bonito, artístico con sus recuerdos: Haz un álbum de fotos. Busca fotos que te gusten de él / ella y haz un collage. Si crees que puede ayudar a otras personas compártelo. Si por ejemplo ha muerto tu pareja y tenéis hijos pide que te ayuden. Conviértelo en una actividad familiar que os una.


No abuses de las sustancias. Ojo con el café, el alcohol, el tabaco, los medicamentos... no abuses de ellos ni te automediques. Si duermes mal, estás muy nervioso/a o triste y quieres tomar algún medicamento consulta con tu médico de cabecera.


No te dejes llevar por el caos. Oblígate a llevar una vida lo más equilibrada posible con tus horas de trabajo, de descanso, de sueño, de ocio, de reflexión, de oración si eres creyente... Tener una rutina te ayudará a no recrearte excesivamente en tus pensamientos.


Llena tu agenda: Intenta tener suficientes actividades para mantenerte ocupado/a y no haya muchas horas vacías. Cuanto menos tiempo libre tengas mejor, llénalo de actividades para que tus pensamientos no te ganen la batalla, sobre todo haz actividades con gente porque cuando estamos rodeados de los demás nos obligamos a estar mejor.


Paciencia: Se muy paciente contigo mismo/a. Lo que te ocurre es normal aunque a veces te sientas desorientado/a, desconcertado/a.


No te alejes: Intenta mantener el contacto con la gente que te quiere, familia, amigos... aveces sentirás que no te comprenden o que no entienden como te sientes. Eso es algo normal porque cada persona vive el duelo de una forma diferente. No discutas, no vale la pena, poco a poco irán comprendiendo y tu dolor también irá disminuyendo. Lo importante es no descuidar tu red de contactos y tener gente a la que acudir. Puede ocurrir que la muerte afecte a todo un sistema tuyo como la muerte de un familiar cercano y quieras alejarte un tiempo... En cuanto te sientas mejor vuelve, no dejes pasar mucho tiempo.


Revive el momento hasta que no duela tanto. No te importe volver a contar lo que sucedió, como murió las veces que sean necesarias, lo que sentiste, donde estabas... porque cuanto más hablamos de una situación traumática el dolor cada vez es menor. ¿A que siempre te han dicho que no te acuerdes de las cosas? pues no es bueno, lo bueno es que lo hagas al revés, que lo revivas una y otra vez hasta que puedas pensar en ello sin que te de un vuelco el corazón. No lo hagas solo/a al principio, háblalo con personas cercanas.


Recuérdale: Repasa los recuerdos de vuestra vida en común, habla con la gente que le conocía de viajes, cenas, comidas, sitios que visitasteis... anécdotas... también las cosas malas...


No midas tu dolor ni lo compares con el de los demás. El dolor es algo muy personal, cada uno lo siente de una determinada manera. Nunca te compares con nadie ni te sientas peor porque te encuentres peor o mejor de como "deberías estar"


Permítete llorar. No lo controles, no lo intentes evitar. Llora lo que necesites, llora hasta que no te queden lágrimas... el llanto ayuda a desahogarnos, a aliviar la tensión, es una salida de tu dolor.


No te culpabilices: La culpa es un sentimiento muy recurrente. Siempre pensamos que podíamos haber hecho más, haber actuado de otra forma para evitar la muerte del ser querido y nos machacamos con esos pensamientos. Cuando te venga la culpa reflexiona ya que tu nunca hubieras pensado que iba a morir, ¿de verdad podías haber hecho algo para evitarlo?


Se consciente del ritmo del proceso: El proceso de duelo tiene su ritmo, a veces el dolor es menor, a veces viene como una oleada que lo arrasa todo, a veces pensaremos que estamos retrocediendo... es un proceso que lleva tiempo hasta que nos volvamos a encontrar mejor.


Acepta y busca ayuda: A muchos nos han educado a ser independientes. No es momento para hacerse el fuerte: busca ayuda y acepta la que te ofrezcan.


Busca ayuda profesional: Si crees que lo necesitas busca ayuda de un profesional. Los psicólogos estamos para eso. Para ayudarte a pasar este mal trago y volver a encauzar tu vida.


Piensa que no estás enfermo/a, solamente estás penando tu pérdida, llorándola, sufriéndola con todo tu cuerpo y tu alma... por eso duele, duele tantísimo. Estás mal, lo sientes en tus tripas, tu corazón, tu cabeza, tus nervios... todo/a tú... y para eso no hay medicamentos que valgan, porque es una herida que tiene que sanar y para eso necesitas tiempo.


Mientras tanto los médicos, enfermeros/as, psicólogos te podemos ayudar en este amargo camino por eso no dudes en pedir ayuda cuando creas que no puedes más ya que no estás solo/a.


Te aseguro, te prometo que llegará un día en el que tu vida volverá a encarrilarse, pero de una forma diferente puesto que es imposible volver al pasado. Hay un antes y un después y por eso te recomiendo que busques nuevas maneras de hacer las mismas cosas que hacías antes y también que hagas cosas diferentes. Piensa que nunca vas a olvidar a la persona que has perdido pero tienes que seguir adelante con tu vida porque eso es lo que él/ ella hubiese querido.





Esperamos que este artículo te ayude y lo pongas en marcha. Si te ha gustado no te olvides de compartirlo para que ayude a otras personas. Si tienes alguna opinión, sugerencia, consejo o pregunta ¡no te cortes! déjanos un comentario. Y si necesitas contactar con nosotros en privado puedes hacerlo a través del formulario de contacto o mandando un email a contacto@tuconsultaonline.info



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