El duelo es un proceso sumamente difícil donde tenemos que aprender a superar la pérdida de alguien o algo muy importante para nosotros. Sientes vacío, dolor, tristeza, ganas de gritar, romper cosas, a veces crees que te desborda y te va a superar... intentemos juntos hablar de todo esto y avanzar poco a poco por este difícil camino.
¿Qué es el Duelo?
El Duelo es una adaptación emocional que se produce después de una pérdida. Puede ser cualquier tipo de pérdida (como que te despidan del trabajo) pero generalmente cuando hablamos de duelo nos referimos a la muerte de un ser querido. Por eso en este artículo nos vamos a centrar en el fallecimiento de alguien cercano.
Es un período sumamente difícil, sobre todo cuando se pierde alguien muy cercano puesto que tenemos que "aprender" a vivir sin esa persona. En algunos casos cambia completamente la vida como como cuando se pierde un hijo/a, al cónyuge a un hermano, un padre o madre. Generalmente se habla de la dimensión emocional del duelo pero no hay que olvidar que también tiene componentes físicos (sensaciones corporales como dolor de cabeza o mareo), cognitivos (pensamientos negativos) y conductuales (lo que hacemos)
El Duelo es algo único para cada persona, no hay una pauta universal. No intentes nunca comparar tu dolor con el dolor de los demás.
En un duelo influyen muchas variantes como las características que rodean al difunto y su muerte, tu tipo de personalidad, tu familia, amigos, tu cultura, tus creencias...
Estos son los factores principales que pueden influir en que tu duelo sea más o menos profundo y doloroso:
Tipo de relación que tuvieras con la persona fallecida.
Si estaba enfermo/a, cuánto tiempo estuvo, que enfermedad era y si hubo agonía.
El grado de parentesco: si era un familiar muy cercano, tu mejor amigo...
Aspecto del cuerpo (no es lo mismo una persona que murió durmiendo que aquella que lo ha hecho en un accidente y los duelos tampoco tienen nada que ver)
Cuán dependiente eras de la persona fallecida.
Si eres hombre o mujer.
Si tienes una red social amplia o no.
Si eres creyente
Si has perdido anteriormente a alguien.
Lo más importante para pasar bien un duelo y poder superar la muerte del ser querido es no reprimirse. Hay que exteriorizar lo que sentimos ya sea mediante llanto, gritos, rabia, ataques violentos... Todo considerado dentro de la "normalidad" en los primeros momentos del duelo.
No hay que esconder lo que sentimos, fingir que no pasa nada, bloquear pensamientos y recuerdos puesto que de esa forma no llegaremos nunca a terminar este proceso.
Hay varias clasificaciones de las etapas de duelo que se utilizan en psicología pero desde luego si tengo que elegir la más famosa, extendida y que seguramente conoces es la de Kübler - Ross.
Elisabeth Kübler - Ross fue una famosa psiquiatra y escritora suizo-estadounidense que dedicó gran parte de su vida a trabajar con enfermos terminales. Fue en su obra On Death and Dying (Sobre la Muerte y el Morir), 1969 donde clasificó los síntomas del duelo en 5 fases: Negación, Ira, Negociación, Depresión, Aceptación.
No todo el mundo pasa por todas las etapas y cada etapa tiene una duración distinta en cada persona.
Es un mecanismo de defensa que nos permite amortiguar el dolor ante una noticia inesperada. "No puede ser", "esto no está pasando"
La negación se sustituye por la rabia; es la fase de los por qués "¿por qué ha pasado esto?","¿por qué él/ella?", "no es justo". la persona en duelo puede tener momentos de ira hacia los demás, hacia objetos, o hacia nadie en particular que pueden ir seguidos de dolor, lágrimas, culpa... los allegados deben comprender y soportar estas manifestaciones
Es cuando intentamos hacer un trato con la propia muerte para que nos de más tiempo o a la persona que se está muriendo. Normalmente aparece cuando hay una enfermedad larga y terminal. Intentamos hacer tratos con el universo "llévame a mi", "si se cura hago el Camino de Santiago Andando"... cualquier cosa vale para intentar pactar con el "universo"
#Depresión
En esta etapa se rompen las defensas y nos quedamos solos ante nuestros sentimientos. Esta etapa se caracteriza por buscar soledad, llorar desconsoladamente, lamentos... hay que tener paciencia con quien está en esta etapa puesto que es un proceso individual por el que tiene que pasar. No insistir en exceso en que salga, en que ría... ya que podemos conseguir que se aísle aun más. Lo mejor es acompañarle.
Es la última fase. Es la comprensión de la muerte, la comprensión de que la vida sigue y que tenemos que seguir adelante.
Si tuviera quedarme con alguna teoría sobre el duelo, a parte de la de Elisabeth elegiría la Clasificación del Duelo de Block (2009). Para mi la teoría de Block es más útil y se adapta mejor a todos los tipos de duelo que la de Kübler-Ross y de hecho es la que prefiero utilizar.
Para Block hay 6 etapas en el proceso de duelo
1. Duelo Anticipado (pre-muerte)
Es el tiempo de shock inicial que aparece entre el diagnóstico que una muerte cercana y la negación del paciente y/o la familia. Se mezclan diferentes sentimientos como la esperanza de que finalmente salga adelante, la negación, mezclados con ansiedad y miedo ante el posible final trágico. Este momento es una oportunidad para prepararse psicológicamente para la pérdida y deja profundas huellas en la memoria. Cuando a nosotros mismos o a alguien que conocemos le diagnostican una enfermedad grave el proceso de duelo comienza antes de que la persona fallezca, nos vamos preparando para ello.
2. Duelo Agudo (muerte y peri-muerte)
Son momentos muy intensos, en los que se vive un aluvión de emociones muy intensas y de todo tipo, no solo una profunda tristeza, también puede aparecer rabia, enfado, ansiedad, incluso podemos no sentir nada de nada, como si no nos afectase (es lo que se llama bloqueo emocional o parálisis psicológica), también puede aparecer una sensación de incredulidad y aturdimiento. Puede aparecer una despersonalización (te sientes extraño/a, como si tu cuerpo estuviera ahí pero tu mente se hubiera ido). Esta etapa es mil veces más intensa en muertes accidentales, en las que no te esperas que pase, que no hay un proceso de duelo anticipado. Un infarto, un accidente de coche o laboral...
3. Duelo temprano
Desde unas semanas a tres meses después de la muerte. Es el momento en el que aparece la negación, se busca al fallecido, hay estallidos de rabia, dolor intenso, llanto, un sufrimiento enorme. A nivel racional el sujeto es capaz de reconocer la realidad pero a nivel emocional aún no lo ha asimilado.
4. Duelo intermedio
Desde 3 meses hasta 1 año después de la muerte. Esta etapa se caracteriza porque no se tiene la barrera de la negación ni el alivio por el paso de los años. La principal característica son los altibajos emocionales. La persona se empieza a encontrar bien por momentos y luego se sume de nuevo en la desesperanza. Con el tiempo la diferencia entre las subidas y bajadas es cada vez menor, se van atenuando. Comienza también un período de adaptación a la nueva vida, la vuelta a lo cotidiano, con momentos de dolor, ira, aislamiento. (se producen nuevas recaídas "duelo cíclico" en días importantes como aniversarios, cumpleaños, vacaciones..) Se cambian los patrones de conducta que ya no sirven y se establecen unos nuevos.
Esta etapa termina cuando los períodos de normalidad son cada vez mayores, se comienzan a establecer de nuevo las relaciones sociales, se reanudan actividades gratas... el recuerdo es cada vez menos doloroso.
5. Duelo tardío
Entre 1 y 4 años después de la pérdida. La persona puede haber establecido un nuevo patrón de vida con nuevos pensamientos, conductas y sentimientos aunque el sentimiento de soledad puede seguir, a veces, dura toda la vida. En este momento se empieza a pensar más en el futuro que en el pasado.
6. Duelo latente
La vida no vuelve a ser como antes aunque con el tiempo el duelo es más latente y menos doloroso, reactivándose ante estímulos pertinentes. En esta etapa es donde dejamos todos los duelos de las personas fallecidas. A lo largo de nuestra vida vamos acumulando duelos latentes por cada una de las personas que perdemos. Los amantes de los animales pueden unir también aquí a sus mascotas.
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