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Soluciona tus problemas en solo 3 pasos

A que te gustaría que la vida no fuera tan difícil, todo te funcionase bien, consiguieses siempre lo que deseas y las personas que quieres siempre estuvieran bien. A todos nos gustaría. Pero lamentablemente la vida no es así. Los problemas forman parte de nuestra vida y no podemos evitarlos por lo tanto vamos a intentar afrontarlos de la mejor manera posible.




En primer lugar antes de proseguir con este artículo quiero decir que no me gusta nada la palabra problema, es una palabra que tenemos súper explotada. A cada momento tenemos la palabra problema en la boca porque estamos acostumbrados a decir que todo lo que nos pasa es un problema. De esta forma la hemos cargado de un componente tan negativo que en el momento que la escuchamos ya nos ponemos alerta y nos saltan todas las alarmas. Por lo tanto a mi me gusta más hablar de "dificultades", "contratiempos"


La definición de problema que más me gusta es la proponen desde la PNL: “Un problema solo es la distancia que hay entre el Estado Presente (EP) y el Estado deseado (ED)”.

Es decir, que tú tienes unos objetivos, unas creencias de cómo deben ser las cosas y cuando te encuentras que algo no se ajusta a eso "es un problema".


En segundo debes diferenciar entre dramas y problemas. Dramas son circunstancias que no puedes cambiar, una muerte de alguien, un accidente, una catástrofe natural… situaciones con una carga emocional muy negativa y que no te queda otra opción que aceptar de la mejor manera posible. ¡Deja de usar también la palabra drama para cualquier situación! Me parece una falta de respeto hacia los que si tienen realmente situaciones dramáticas.


Y la tercera idea principal es: no nos tenemos que PREOCUPAR por los problemas, nos tenemos que OCUPAR.

#Ocupar implica que eres consciente del problema y de sus consecuencias pero te pones manos a la obra para poner en marcha todas las estrategias y las posibles soluciones lo antes posible. #Preocupar implica que te quedas pensando en el problema constantemente, te quedas en un bucle de posibles soluciones y no pones en marcha ninguna.


Ahora sí, ya podemos empezar a adentrarnos en el maravilloso mundo de la Solución de problemas.


A todos nos gustaría que la vida no fuera difícil, todo nos funcionase, consiguiésemos siempre lo que quisiéramos y las personas que queremos siempre estuvieran bien pero lamentablemente no es así. Los problemas forman parte de nuestra vida y no podemos evitarlos por lo tanto debes intentar afrontarlos de la mejor manera posible.


Todo en la vida es temporal, lo bueno y lo malo, por lo que disfruta de lo bueno y no te preocupes en exceso por lo malo.

En el siguiente gráfico he dibujado un esquema muy sencillo que puedes seguir cuando te enfrentes a cualquier problema. Lo diseñó una colega y amiga mía y me pareció tan claro y tan bueno que creo que hay que difundirlo por el mundo.

SISTEMA DE 3 PREGUNTAS PARA SOLUCIONAR PROBLEMAS.


Tamara Cerezo González (Psicóloga)


Piensa en un Problema que Tengas.

Pregunta Nº 1: ¿Tu problema tiene solución?


Si tu problema no tiene solución lo único que te queda es aceptarlo. Así de duro. Esto también vale cuando la solución no está en tu mano. Solo puedes cambiar las cosas que dependen de ti. Si tiene solución puedes pasar a la siguiente pregunta

Pregunta Nº 2: ¿Tienes estrategias para solucionarlo?.


Por estrategias me refiero a los recursos necesarios para poder llegar al estado deseado. Si no sabes como solucionar el problema o no tienes los recursos necesarios tendrás que buscar alguien que te ayude o te lo solucione o aprender nuevas técnicas. Si la respuesta a esta pregunta es SI entonces tienes todo lo necesario para pasar a la acción.

Pregunta Nº 3: ¿Funciona el plan de Acción?


Una vez que has puesto en marcha la solución al problema tienes que ver si funciona o no funciona. ¿Funciona? ¡Enhorabuena! Has solucionado tu problema :-). Si no funciona... tendrás que elabora un nuevo plan de acción en el que cambies algo y probar de nuevo.

Por cierto... que si antes he dicho que no me gusta la palabra problema tampoco me gusta la palabra fracaso. ooootra que tiene un componente negativo marcado a fuego... Tomamos los fracasos como algo malo, como que hemos fallado, ¡que horror! ¿sabes como lo veo yo? Como la manera en la que NO debes solucionar el problema. Por qué no lo tomas como...."Ah, esto que he hecho ha fallado... bueno, ya se lo que NO tengo que hacer, vamos a probar otra cosa".


Los fracasos son muy buenos porque nos ayudan a determinar cual NO es el camino y nos dan información que nos acercan a la meta que deseamos.

Por cierto... un último consejo: Nunca inviertas más de 10 minutos a pensar en el problema (¡Deja de preocuparte en balde!). En el 90% de los casos durante los primeros 10 min que piensas en el problema eres capaz de saber si tiene solución o no la tiene y si la tiene sabes más o menos como lo puedes solucionar por lo que no inviertas más de 10 min en repasar el problema una y otra vez.


Una vez pasado ese tiempo trabaja en la aceptación (si el problema no tiene solución) o trabaja en la solución o posibles soluciones. Pasa a la acción cuanto antes.


Esperamos que este artículo te ayude y lo pongas en marcha. Si te ha gustado no te olvides de compartirlo para que ayude a otras personas. Si tienes alguna opinión, sugerencia, consejo o pregunta ¡no te cortes! déjanos un comentario. Y si necesitas contactar con nosotros en privado puedes hacerlo a través del formulario de contacto o mandando un email a contacto@tuconsultaonline.info


¡Muchas gracias por leernos!




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