¿Somos todos enfermos mentales?
- Aroa Granados

- 18 nov
- 7 Min. de lectura
Hay frases que resumen una época. Allen Frances, psiquiatra y antiguo presidente del comité que redactó el DSM-IV, dejó una que debería estar grabada en la puerta de cada consulta: “Convertimos a millones de personas sanas en pacientes mentales.”
Cuando leí Saving Normal (¿Somos todos enfermos mentales?), entendí por qué este hombre —uno de los psiquiatras más influyentes del mundo— se convirtió en uno de los más incómodos para su propia profesión.
Frances fue, durante décadas, una figura respetada dentro del sistema. Dirigió la creación del DSM-IV y contribuyó a consolidar el lenguaje con el que hoy clasificamos la salud mental.
Pero con el tiempo, empezó a ver algo que no encajaba: el número de trastornos aumentaba, las pastillas también… pero el sufrimiento no disminuía.
es un fallo, es una prueba de que estamos vivos.

El arrepentimiento del arquitecto
Allen Frances no es un crítico externo, sino un testigo interno. Desde dentro del sistema, vio cómo el manual que él mismo había ayudado a construir se convertía en una máquina de crear diagnósticos. El DSM, decía, había dejado de ser una herramienta clínica para convertirse en una fábrica de enfermos.
Su arrepentimiento no fue menor. En diversas entrevistas —como la publicada en Psychiatric Times (2019) y Psychotherapy.net— Frances reconoció que el sistema se había desviado de su propósito original:
“Lo que empezó como un intento de ayudar a quienes sufrían terminó siendo un desastre de consecuencias no deseadas.”
Cuando se publicó el DSM-5, Frances ya no formaba parte del comité, pero alzó la voz públicamente. En múltiples medios (entre ellos Psychiatric Times y Mad In America), advirtió que el nuevo manual ampliaba peligrosamente los límites de la enfermedad mental:
“El DSM-5 convierte la normalidad en enfermedad. Hemos perdido la línea que separa la vida de la patología.”
Su libro Saving Normal (¿Somos todos enfermos mentales?) nació de esa indignación. Más que un ensayo, es una autopsia ética del sistema que él mismo ayudó a levantar. Un intento de frenar la tendencia que él llamó “la inflación diagnóstica”: la expansión del concepto de enfermedad hasta incluir la vida cotidiana.

Cómo creamos una epidemia de diagnósticos
Frances explica que, con cada nueva edición del DSM, la definición de “trastorno mental” se ha ido expandiendo hasta incluir comportamientos normales.
El duelo, la timidez, la distracción, la preocupación o la tristeza han pasado a tener un código clínico. Y eso tiene consecuencias directas: más personas diagnosticadas, más tratamientos, más medicación.
“La psiquiatría, con la mejor de las intenciones, ha acabado medicalizando la tristeza, la infancia y el carácter.”
Los ejemplos que pone en Saving Normal son tan sencillos como reveladores:
El TDAH se amplió para incluir a millones de adultos distraídos.
El trastorno bipolar infantil se disparó tras el DSM-IV, creando lo que él llamó “una epidemia fabricada”.
El duelo dejó de ser una reacción humana y pasó a considerarse un tipo de depresión si duraba más de dos semanas.
Y el problema, según Frances, no es solo clínico. Es cultural.
Hemos perdido la capacidad de tolerar el malestar.
Vivimos en una sociedad que exige rendimiento, control y felicidad constante, y que interpreta cualquier emoción desagradable como un fallo del sistema.
Como psicóloga, no puedo leer eso sin asentir.
Porque cada día veo personas que llegan a consulta diciendo “tengo ansiedad” o “soy depresiva”, sin saber qué significa realmente.
Y no lo dicen como una descripción, sino como una identidad.
Ese es el síntoma del sistema.
La alianza entre el DSM y la industria
Frances fue también uno de los primeros en denunciar los conflictos de interés detrás del DSM. Según él, más de la mitad de los expertos que participaron en la elaboración del manual tenían vínculos económicos con la industria farmacéutica. El modelo era redondo:
Cuantos más diagnósticos, más tratamientos.
Cuantos más tratamientos, más fármacos.
Cuantos más fármacos, más beneficios.
“El DSM se ha convertido en una mina de oro para la industria farmacéutica, pero una trampa para la gente.”
Esta crítica no es una conspiración: está documentada en múltiples estudios. Frances lo vivió en primera persona. Durante años observó cómo las farmacéuticas financiaban investigaciones, congresos y campañas de sensibilización que, en el fondo, expandían los límites de la enfermedad.
El mensaje era sutil, pero eficaz: “Si sientes algo desagradable, probablemente tengas un trastorno. Y hay un fármaco que puede ayudarte.”
El resultado es la sociedad que tenemos hoy: la más medicada de la historia, pero no la más sana.
Cuando la tristeza se volvió patología
Uno de los capítulos más duros de Saving Normal se centra en el duelo. Frances criticó con fuerza la decisión del DSM-5 de eliminar la “exclusión por duelo” para diagnosticar depresión.
Hasta entonces, se entendía que la tristeza tras una pérdida era natural, no patológica. Pero desde 2013, alguien puede recibir un diagnóstico de depresión mayor apenas 14 días después de la muerte de un ser querido.
“El duelo no es una enfermedad que curar, es una herida que acompañar.”
Esa frase, aunque mía, condensa su mensaje. Porque cuando la tristeza se convierte en síntoma, dejamos de aprender a sostenerla. Y cuando la psiquiatría patologiza el dolor, la psicología pierde su lugar: el de acompañar procesos, no medicar emociones.
El mito del desequilibrio químico
Allen Frances también desmonta una de las narrativas más extendidas del siglo XX: la del desequilibrio químico. Esa idea —que la depresión, la ansiedad o el TDAH son causados por alteraciones en neurotransmisores como la serotonina o la dopamina— fue el pilar del discurso biomédico durante décadas.
El problema es que nunca se ha demostrado científicamente.
“No hay pruebas de que los trastornos mentales sean enfermedades cerebrales. Son problemas humanos con raíces psicológicas y sociales.”
Frances no niega que el cerebro esté implicado —por supuesto que lo está—, pero insiste en que reducir el sufrimiento humano a una disfunción química es un error científico y ético. La neurobiología explica mecanismos, no significados.
Y el malestar humano necesita ser comprendido, no corregido.
Recuperar la normalidad perdida
El título del libro no es casual: Saving Normal —salvar la normalidad— es una llamada a recuperar el sentido común. A recordar que sentir ansiedad antes de un examen, tristeza tras una pérdida o irritabilidad en épocas de estrés no significa estar enfermo. Significa estar vivo.
Frances defiende que la verdadera salud mental no es la ausencia de emociones desagradables, sino la capacidad de convivir con ellas sin quedar atrapado. Lo que en psicología contextual llamamos flexibilidad psicológica.
“No debemos aspirar a una vida sin malestar, sino a una vida con sentido.”
Cuando todo se convierte en diagnóstico, dejamos de preguntarnos por el contexto. Y sin contexto, no hay comprensión posible.
En ese punto, su pensamiento converge con lo que muchos psicólogos defendemos hoy: que la terapia no consiste en eliminar síntomas, sino en ayudar a las personas a relacionarse de otro modo con lo que sienten.
El papel de la psicología
Como psicóloga, hay algo que me duele especialmente de esta historia: que gran parte de la psicología haya comprado el discurso médico sin hacer preguntas.
Hemos dejado que la psiquiatría defina los límites de la mente, olvidando que nuestro trabajo no es diagnosticar, sino comprender conductas y procesos.
El enfoque que Allen Frances defiende —aunque desde dentro de la medicina— es profundamente psicológico: volver a mirar la experiencia humana sin reducirla a etiquetas. Y en eso coincidimos.
Porque cuando decimos que alguien “tiene depresión”, no estamos explicando nada. Solo estamos renombrando su sufrimiento.
Pero si analizamos su historia, su contexto, sus valores, sus hábitos, su forma de pensar y de actuar… entonces sí podemos intervenir.
Por eso el DSM falla: porque clasifica sin comprender.
Y por eso la psicología tiene que volver a pensar.
No somos enfermos, somos humanos
Allen Frances escribió Saving Normal para advertirnos. Y lo que más me impresiona es que lo hizo desde la culpa, no desde el resentimiento. Reconoció que, al intentar ayudar, el sistema había creado un problema mayor: una epidemia de diagnósticos.
“El DSM-5 no refleja un aumento real de trastornos, sino una reducción de la tolerancia a la imperfección humana.”
Esa frase resume toda la crisis actual de la salud mental.
No hay más locos, hay más miedo a no encajar.
Más miedo a sentir, a fallar, a estar tristes, a no rendir.
Y la medicina, en lugar de recordarnos que eso forma parte de la vida, nos ofrece un diagnóstico.
Por eso, cuando me preguntan si somos todos enfermos mentales, respondo: no, somos todos seres humanos en sociedades enfermas de perfeccionismo, rapidez y desconexión emocional.
Allen Frances lo vio antes que nadie.
Y tuvo el valor de decirlo en voz alta.
Conclusión
No necesitamos más diagnósticos.
Necesitamos más comprensión, más contexto y más educación emocional.
Necesitamos recuperar la normalidad, no eliminarla.
El sufrimiento no es un trastorno, es una señal.
Una forma que tiene la vida de decirnos que algo necesita ser atendido.
Y, si dejamos de etiquetarlo, podremos empezar a escucharlo.
“Salvar la normalidad no es volver atrás, es volver a lo humano.” — Allen Frances
Si quieres seguir leyendo del tema:
Entrevistas y artículos de Allen Frances
Psychiatric Times (23 de mayo de 2019)
Conversations in Critical Psychiatry: Allen Frances, MD
Entrevista extensa donde repasa su papel en el DSM-IV y critica la expansión diagnóstica del DSM-5.
https://www.psychiatrictimes.com/view/conversations-critical-psychiatry-allen-frances-md
Psychotherapy.net (2014)
Allen Frances on the DSM-5, Mental Illness, and Humane Treatment
Habla de las “consecuencias no deseadas” del DSM y de cómo el sistema ha convertido a demasiada gente en pacientes.
https://www.psychotherapy.net/interview/allen-frances-interview
Mad In America (abril 2015)
Allen Frances and the Spurious Medicalization of Everyday Problems
Recoge citas textuales como “El DSM-5 convierte la normalidad en enfermedad”.
https://www.madinamerica.com/2015/04/allen-frances-spurious-medicalization-everyday-problems/
Psychology Today (2014)
Review: Saving Normal — reseña del libro donde se sintetizan sus críticas al DSM-5 y la “inflación diagnóstica”.
https://www.psychologytoday.com/us/blog/reclaiming-childhood/201407/review-saving-normal-0
Entrevista con NPR (National Public Radio, EE. UU.) – 13 de mayo de 2013
Psychiatrist Allen Frances Says DSM-5 Will Turn Grief Into Depression Aquí critica específicamente la eliminación de la “exclusión por duelo”.
Si quieres seguir aprendiendo más sobre trastornos emocionales tengo una masterclass de 35 min que se llama "Ansiedad y depresión: lo que nunca te contaron" que seguramente de interese.



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